Dedicado al amigo japo del suchi de Vicuña con LLico
Como no me voy a volver demente
Si premeditadamente la palabra volverce
Me dice que solamente hay que darce vuelta,
Que atrasito de uno mismo, sola,
Espera ignorada la locura.
Como no me voy a volver demente
Si mientras desayunaba,
Escuche que había muerto
{Asesinado
El japones del sushi saske,
Que queda exáctamente
a la vuelta de la esquina
desde mi casa.
el mismo japones
que hace dos días,
mientras escribía porcientos
en las desérticas paredes de su local,
me preguntó cuanto salía
nadar en la piscina
de los gendarmes.
Esa piscina
Que queda al lado de la carcel femenina
que también queda
dandose una vuelta a la manzana
o a la esquina,
desde la carcel de adolescentes
que queda en la cuadra de atrás,
dándose la vuelta.
Todo esto, claro,
desde las ligustrinas de mi hogar.
Si me invierto
Y encuentro a mi demencia en mi reverso
Será la culpa del mundo,
Que se volvió loco
Dandose vueltas todo el rato
Debajo de todos.
Yo no tengo la culpa,
El empezó primero.
miércoles, 24 de junio de 2009
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la locura se me parece más a la manía ironica del pendulo de un reloj que al paso constante de quien se apura al trabajo, es bastante sutil la diferencia, cuidado.
ResponderEliminarkizas si transformáse [trans- formar].. forma
los segundos en carcajadas,
se´ria todo mas literal.