A Sebastian Vega, sin otra intención
más que la de recordar algo inmemorable
Durante unos momentos de esos infinitos
Sentí como si me chupara
O como si yo absorbiera
Algo inmensamente atractivo
De causalidad estaba cerca de un MODEM
Y supe que había recibido su señal
Que me guió hasta el acuoso vacío iluminado
Donde orbitan los satélites
por los que terminé rebotando.
Me abduce la señal hasta un muy elevado punto vertical
Sin cuerpo viajaba a través de algo invisible
Solo sentía la lejanía multiplicarse
Solo sentía un terror mortal
Que luchaba contra la curiosidad satisfecha.
Cualquier impulso curioso,
Era satisfecho inmediatamente
Por estupidez y genialidad humana
Indiscriminadamente llegaba
Mediocridad y hermosura.
Todas las preguntas que sin querer hacía
Atraían respuestas por millares
Que atravesaban como metralla
Mi galáctico cuerpo etéreo.
Cualquier terror a la muy probable muerte
Se amplificaba por el mismo conocimiento exacto
Que me proporcionaban las intensas señales.
Quise volver
Y volví a mi chocante habitación sin luz
En una inhalación majestuosa
Más intensa que la señal que me raptó.
Se ha perdido la conexión.
"[...]Y volví a mi chocante habitación sin luz /En una inhalación majestuosa/Más intensa que la señal que me raptó./ Se ha perdido la conexión." (Ramírez, Pág. 1).
ResponderEliminarEn las siguientes palabras del poeta se cuenta la experiencia de haberse jalado un módem, majestuosa e intensamente, para así dejarnos a todos sin conexión, a la humanidad, a la...
Buena impro, sigue jazzeando... a veces pensar q millones de conexiones se activan (las neuronales, por supuesto) cuando 1 se desactiva (el internet q se cae, tu mirada a la esquina derecha-abajo del notebook) te vuelve considerablemente un loco. Saludoooooos